Estudiantes de Ingeniería en Sonido lideraron residencia que permitió a las bandas grabar profesionalmente.
Grabar una canción en los estudios profesionales de AIEP y formar parte de un compilado final es lo que pudieron hacer distintas bandas y músicos emergentes, gracias a una nueva versión de Indie Residency.
El proyecto de la Escuela de Sonido, Televisión y Locución de nuestra institución conecta a estudiantes y académicos de la carrera Ingeniería en Sonido de las sedes AIEP Viña del Mar y AIEP Bellavista con músicos de variados estilos, permitiéndoles cumplir el sueño de grabar en un estudio profesional.
“Es un proyecto relevante. La idea es que trabajemos con la comunidad. La mayoría de los postulantes son externos. Contribuimos a promoverlos, a entregarles material de trabajo. Lo más importante es el concepto de residencia. Aquí hay una interacción entre estudiantes, profesionales del área y los mismos músicos”, explica Raphael França, director de la Escuela de Sonido, Televisión y Locución de AIEP.
Participaron 18 bandas en las fases iniciales y fueron cinco las seleccionadas para trabajar en los estudios profesionales de AIEP y formar parte del compilado.
“Uno está acostumbrado a salas de ensayo, a equipos que suenan mal, a audífonos rascas. Entonces enfrentarse a equipos profesionales es otra cosa. Es genial para cualquier músico, porque de aquí yo sé que saldrá un material muy bueno que va a poder competir con cualquier otra banda”, comenta Jacomo Francesetti, guitarrista del grupo musical Camino Viejo.
Aprender haciendo
En su séptima versión, este proyecto de extensión académica contó con la participación de 45 estudiantes y cuatro docentes en labores de producción musical.
“La experiencia ha sido espectacular, porque hemos puesto en práctica lo que hemos hecho en estos años. Somos de la generación a la que nos tocó justo dos años de pandemia, donde conocimos programas online o virtuales. Poder ahora trabajar de forma física es espectacular”, dice el estudiante Esteban González.
Desde la perspectiva docente, Mauricio Cañón comenta: “La banda recibe un empujón en cuanto a la calidad técnica del producto que quieren empezar a difundir. En este caso, los estudiantes se llevan también la experiencia de poder participar de este proceso, de poder generar este material y, de una u otra forma, sentir la presión y la exigencia que implica poder crear un producto como en el que se trabajó”.