Su apoyo ha sido clave para la operación del recinto, que ha aportado a la inclusión de 53 niños y niñas.
Desde 2022 estudiantes de la Escuela de Desarrollo Social de AIEP Calama tienen la posibilidad de hacer sus prácticas intracurriculares y proyectos de especialidad en el Centro Educativo Social Yo Existo, cuyo propósito es aportar a la inclusión de niños con trastorno del espectro autista (TEA) y con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDHA).
Bien lo sabe Scarlette Vargas, titulada de la carrera Psicopedagogía, que hoy trabaja en el recinto donde hace algunos meses llegó a realizar su proyecto de especialidad, aportando al desarrollo cognitivo, emocional, social y educacional de quienes asisten al recinto.
“En ningún momento se me pasó por la mente quedarme trabajando en el centro, no porque no quisiera, sino porque es una responsabilidad que no se puede tomar a la ligera. No imaginé cuando estaba haciendo mi práctica que me escogieran para tan importante función”, dice.
Con orgullo luce su credencial como profesional del centro, al que considera como su segunda familia. “Cuando se es parte de Yo Existo se trabaja con entusiasmo. Lo que nos une es ver el crecimiento de los niños y niñas. Aprendo también de otros profesionales, como la tía Aida y el tío Jonathan. Eso no se encuentra en todos lados”, asegura.
También valora la capacidad de escucha de quienes administran en el lugar y el espacio que le dan para crear nuevas soluciones. “Plantee poner un jardín en el que se les enseñara ciencias naturales a los niños de una forma no convencional y ellos tenían todo listo a la semana siguiente para trabajar en dicha idea, adaptando un sector del centro para que fuera un espacio de aprendizaje y a su vez de entretención”, recuerda.
Vivir la inclusión
Actualmente Yo Existo aporta a la inclusión de 53 niños y niñas. Abrió sus puertas en 2022 y sus administradores afirman que las alianzas han sido clave para abordar este desafío.
“Calama es una comuna que si bien genera recursos desde la minería, carece de las intervenciones más focalizadas para los niños. Tiene un alto índice de trastornos del lenguaje y del espectro autista y dentro de nuestros estudios vimos que todas estas terapias adicionales al sistema educativo tradicional tenían un alto costo, casi inalcanzable para muchos padres”, comenta Jonathan Quintanilla, director de Fundación Red de Conexión Social, sostenedora del centro.
Al ver esta problemática, la fundación creo esta rama educativa a través de Yo Existo, a bajo costo, de intervención abierta y focalizada en los alumnos. La colaboración ha sido un pilar fundamental en este desafío, lo que permite contar un equipo multidisciplinario donde destacan psicólogos, psicopedagogos, educadores diferenciales y neurólogos.
“Los profesionales que vienen de AIEP están muy bien preparados en el área de planificación psicopedagógica, en el área de vinculación con el medio y en lo que es la proyección de niños con NEE. Hacemos un buen balance, el impacto en la Provincia de El Loa ha sido significativo”, expresa Quintanilla.
Junto con esto, comenta que los estudiantes también han entregado apoyo en la realización de charlas a equipos Pie, siendo interlocutores válidos en la provincia, y expresa en cifras la dimensión de este reto social.
“En Chile hay cerca de 18 mil niños, niñas y adolescentes con trastorno del espectro autista. Hay un núcleo que rodea a los chicos TEA de 75 mil personas promedio, incluyendo a la familia. Este hecho es muy relevante, mientras más temprano es la detección del TEA más eficaz puede ser la intervención del niño. Nosotros abordamos niños desde los tres años. Creemos como centro que si somos capaces de abordar a los niños y las familias, podemos generar realmente una inclusión. Le Ley de Inclusión es letra muerta si las personas no la viven”, afirma.
Finalmente, manifiesta: “Estamos muy agradecidos con AIEP como fundación Conexión Social. Lo que generan el vincularse con un centro educativo es la inclusión social de toda la comunidad educativa, hacen viva la Ley de Inclusión”, concluye.