“Los pacientes me han tratado con mucho respeto, algunos hasta me agradecen en lengua de señas”, dice Ignacio Acevedo.
Ignacio Acevedo (29) se encuentra ad-portas de obtener su título como Técnico en Imagenología en AIEP Bellavista. Actualmente realiza su práctica profesional en Clínica Meds (La Dehesa), donde comparte con el staff del servicio de imagenología, ámbito del conocimiento que no escogió al azar al iniciar su formación.
“Me llamó la atención el trabajo que se realiza en los exámenes de resonancia magnética. Pensé que era un trabajo que podía realizar sin mayor dificultad, siendo una persona sorda”, dice.
El tiempo le dio la razón. Inserto en su práctica laboral, afirma sentirse acogido por el equipo de la clínica y comenta que lo tratan como a un profesional más. “Los tecnólogos y técnicos me han hecho sentir uno más, haciendo las tareas que ellos hacen. Cada día aprendo algo nuevo y siento que crezco como un futuro profesional en el área de salud”, declara.
Inclusión y excelencia
Se apoya con tarjetas que contienen mensajes para presentarse y comunicarse con los pacientes. Con éstas entrega instrucciones previas a la toma de exámenes y explica que él es una persona sorda. Junto con esto, una intérprete en lengua de señas designada por AIEP lo apoya, facilitando el cumplimiento de las distintas responsabilidades que Ignacio cumple con excelencia.
“Reviso que el paciente siga las instrucciones para ingresar a la sala y posiciono pacientes dentro del resonador, escogiendo la bobina necesaria para el procedimiento, dependiendo de la zona del cuerpo donde se hará el examen. También anoto en los archivos los nombres de los pacientes y médicos y preparo lo necesario para los contrastes que se aplican en algunos pacientes”, explica.
—¿Cómo es tu relación con los pacientes?
—Los pacientes me han tratado con mucho respeto, algunos hasta me agradecen en lengua de señas o me preguntan cómo hacerlo.
¬—¿Te sientes plenamente incluido?
—Si, estoy muy feliz de encontrar un ambiente en el que no me he sentido discriminado en absoluto. Desde el primer día mis compañeros empezaron a aprender al abecedario o algunas señas para saludarme y conversar conmigo o darme instrucciones.
Experiencia académica
Al ser consultado sobre su experiencia académica y formativa, Ignacio responde con franqueza: “Fue difícil para mí aprender palabras relacionadas con la carrera, pero he contado con interpretes en lengua de señas a lo largo de mi formación y en la práctica, por lo que he podido aprender en mi idioma, que es la lengua de señas chilena”.
Junto con esto, destaca: “La diferencia entre lo teórico y lo práctico es lo que más destaco. Es diferente escribir en un cuaderno todo lo relacionado al cuerpo humano y los exámenes que verlo en directo. Trabajar con las personas y la ayuda que he recibido en todo el proceso fue favorable”.
—¿Cómo te proyectas laboralmente?
—Me gustaría quedarme trabajando acá, la empresa es muy buena. Desde el trato, el ambiente y los beneficios como almuerzo y bus de acercamiento. Me proyecto trabajando como TENS y aunque sé que hay cosas que se me dificultaran un poco más, espero seguir aprendiendo y desarrollarme como profesional.
Visión externa
Testigo en primera persona del progreso de Ignacio y su experiencia de inclusión laboral ha sido su traductora en lengua de señas, Andrea Rabi, quien destaca su avance y cuenta detalles sobre su labor como facilitadora.
“Intenté que sus compañeros pudieran sentirse cómodos al comunicarse con él y que él haga su trabajo cada vez con más independencia. Estamos en su tercera semana, es capaz de comunicarse con sus compañeros casis sin necesidad de que esté yo presente el 100% del tiempo. La idea es que se integre y que sea más fácil para él, y no entorpecer su desarrollo”, explica.
Dice que ha visto cómo Ignacio ha aprendido a usar los programas y equipos de la clínica, y también destaca la disposición del recinto por generar una inclusión real.
“La clínica ha demostrado desde un inicio querer hacer algo por la inclusión, no solamente traerlo, sino que tenga un desempeño laboral. Están pendientes de incluirlo, para que pueda hacer el trabajo de manera independiente, para que él pueda desarrollarse como técnico”, asegura.
Finalmente, dedica especiales palabras para Ignacio: “Es un ejemplo para otras personas sordas. Si él puede, otras personas también pueden. Hoy la comunidad está más abierta a las diferencias”, concluye.
A su vez Felipe Troncoso, Tecnólogo en Meds, señala: «Como equipo del servicio de imágenes, aceptamos contar con un alumno con discapacidad auditiva, lo cual nos puso un gran reto como adaptar nuestro trabajo, que consiste en un 100% en comunicarnos con el paciente, entender sus dolencias y explicarle en lo que consiste el examen. Todo el equipo se motivó para poder llevar a cabo esta tarea. Muchos comenzaron a aprender el lenguaje de señas y gracias al traductor con el que cuenta Ignacio, todo se fue dando de manera fluida para que el pudiese comprender todo el proceso. Elaboramos unas tarjetas con mensajes que él le puede mostrar al paciente antes, durante y al finalizar su examen. Con esto Ignacio puede trabajar de forma casi independiente y poder desenvolverse en el área de buena forma».