Cerramos el mes de la mujer hablando con tres grandes referentes de AIEP sobre la diferencia que aún existe.
¿El Día Internacional de la Mujer nos sirve para recordar su importante aporte en ciencia, tecnología e innovación? Por supuesto. Cargos que antes se hacían impensados para ellas, hoy son espacios que ocupan con gran liderazgo y aporte a todos los sectores de la sociedad.
Y es que hace 30, 40 o 50 años si una mujer osaba decir que quería estudiar estas carreras o ser jefa en una empresa, eso sólo era un sueño. En la actualidad, a pesar de que aún existe una brecha de género importante, son cada vez más las que emprenden este camino.
Según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se estima que para 2030 el 80% de los puestos de trabajo serán en campos de carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Sin embargo, casi 50% de estas vacantes no serían completadas en Latinoamérica por falta de profesionales calificados.
En Chile no estamos lejos de esos porcentajes y el último informe SIES “Brechas de Género en la Educación Superior 2022”, indica que, si bien la participación de mujeres es mayormente positiva en todos los niveles de la educación superior, cuando se revisa la situación de las carreras STEM la participación de mujeres está negativo, cercana a -61 p.p. en promedio en el periodo 2018 – 2022 y sin grandes variaciones en el periodo.
En ese sentido, nos preguntamos ¿Somos capaces de terminar con esta diferencia y poder abrir espacios y oportunidades para niñas y jóvenes? Sí y debemos partir por nuestra propia casa, por eso en AIEP tenemos grandes mujeres a cargo de puestos en las áreas de la ciencia, tecnología e innovación.
Clery Neyra es una de ellas, nuestra vicerrectora de Transformación y Nuevas Soluciones, quien es ingeniera de sistemas, una carrera mayormente masculinizada no sólo en la sala de clases, sino que también en empresas. Al respecto, ella nos cuenta: “Descubrí que tenemos muchas formas de ver de la vida. Esos lentes, como me gusta llamarlos, nos catapultan o nos frenan. A mí me apasiona lo que hago. Al final del día, para ser felices, es importante trabajar en lo que nos gusta, estudiar lo que nos gusta, crecer plenamente. Desde esa mirada, fomento el trabajo con propósito, el crecimiento personal, las condiciones habilitantes para los procesos que sigue un trabajador desde su reclutamiento, y una de las principales acciones que se debe realizar para impedir o mitigar la escasez de personal en ingeniería, es invertir más en diversidad, equidad e inclusión con el fin de atraer más talentos”.
Es importante resaltar que ONU Mujeres tiene en su plan estratégico 2022-2025, priorizar y movilizar de manera urgente la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas, porque es verdad que con el pasar de los años ha aumentado el número de mujeres que estudian en universidades e institutos, pero el inconveniente está en la carrera que deciden seguir.
“Tradicionalmente, existe una presencia baja de mujeres en carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, esto se hace aún más visible cuando se considera una especialización, como por ejemplo el campo de la ciberseguridad. De hecho, la ciberseguridad en la actualidad es considerada una profesión de hombres. Ello a pesar de que diferentes análisis demuestran que la exigencia de desarrollarse en ciberseguridad sí permite la conciliación familiar y facilita la incorporación de la mujer en la industria”, comenta Clery.
Por su parte, María Jimena Bonilla, jefa de Experiencia Digital de la Dirección Nacional de Transformación y Experiencia Digital de AIEP, comenta que “la velocidad del cambio tecnológico y la digitalización ofrecen una oportunidad maravillosa para que las mujeres alcancen una mayor participación en cargos relacionados con tecnología’’.
Actualización y oportunidades
Según The Future of Jobs Report 2020, la vida media de una habilidad es de 6 años y se prevé que disminuya a sólo 2,5 años en 2030, mientras que la proporción de habilidades básicas cambiará un 40% para el 2025. Esto quiere decir que 50% de todos los empleados necesitarán volver a capacitarse, por tanto, las mujeres que ingresen a esta industria estarán en condiciones similares a las de los hombres y su vigencia dependerá de cuán rápido se adapten a los cambios y adquieran nuevos conocimientos y habilidades.
En nuestro país, existen múltiples iniciativas que buscan promover que más niñas se motiven a estudiar carreras STEM, así como para aumentar la participación de mujeres en industrias tradicionalmente masculinas como la minería, la construcción y la tecnología que, actualmente, tienen una tasa de 13%, 8,5% y 18% respectivamente. El objetivo principal es promover el emprendimiento y la participación de mujeres en CTI, pero también motivar a que existan más hombres en carreras tradicionalmente femeninas.
Un ejemplo es el acuerdo firmado entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la empresa IBM, para entregar, a mujeres mayores de 18 años y de manera gratuita, capacitaciones en tecnologías emergentes. El programa IBM SkillsBuild tiene el objetivo de contribuir para acortar las brechas de inclusión digital en el país, aumentar el talento femenino en el sector tecnológico e incrementar las oportunidades de empleabilidad de los chilenos y chilenas.
“El mundo digitalmente conectado se sigue expandiendo rápidamente y el viaje hacia la transformación digital continúa hoy más que nunca. Todos y todas tenemos la necesidad de desplegar nuevas capacidades que den respuesta a un entorno complejo para las instituciones públicas y privadas, con ciberataques cada vez más sofisticados que ponen en riesgo el bienestar de toda la sociedad”, expresó Clery Neyra.
Gran proyecto tecnológico en AIEP
En AIEP, está en marcha uno de los proyectos más importantes ligados a las nuevas tecnologías, denominado a lo interno como “Proyecto Kairós”, que está liderado por una gran mujer referente que queremos reconocer.
Se trata de María Consuelo Castillo, directora de Proyectos de la VTN, quien asegura que “el poder formar parte del equipo de implementación de un ERP de clase mundial, me ha permitido acompañar el proceso de trasformación, en el área digital, que está viviendo nuestra institución, impulsando la mejora continua de procesos que nos permitan adaptarnos a los cambios. En lo personal, es una experiencia enriquecedora llena de desafíos que he asumido con mucha alegría y profesionalismo, valoro de sobremanera esta oportunidad de colaborar con mujeres excepcionales que día a día demostramos que aún queda mucho por hacer para terminar con las brechas y queremos inspirar a otras mujeres para que se animen a formar parte de este cambio».
