Romina ha recorrido el mundo como sonidista y Jimena es experta en ruido e higiene laboral en Codelco.
Jimena Barrales y Romina Roa no se conocen, pero tienen algo en común. Ambas estudiaron Ingeniería de Ejecución en Sonido cuando la participación de la mujer era incipiente en el rubro, obteniendo sus títulos en 2007 y 2011 respectivamente en AIEP Bellavista.
Romina hizo su práctica en Chilevisión y trabajó allí por seis años para luego seguir su camino como sonidista en el mundo del teatro. Jimena, en tanto, comenzó apoyando ferias del libro y conciertos de la talla de Pearl Jam y Dream Theater para luego incursionar en el área de salud e higiene ocupacional, dedicándose al cumplimiento de las normativas legales en el mundo de la gran minería.
Ambas tienen trayectorias respetables. Romina viaja por el mundo con La huella Teatro y es integrante de Fundación Atrezzo, donde promueve el desarrollo socioemocional de niños, niñas y adolescentes. Por su parte, Jimena es jefa de la Unidad de Higiene y Ergonomía en una división de Codelco, una de las empresas principales de extracción de cobre del planeta que ha aportado por 16 años.
A continuación, profundizan en sus labores, su visión como mujeres en este rubro y más.
Control de ruido
Si bien ama lo que hace y ha experimentado la realización laboral, fue un acto de discriminación lo que hizo que Jimena optara por una vía menos convencional de su profesión. Ella lo tomó como una señal, cuando postulaba a un trabajo como sonidista en espectáculos.
—¿Qué te dijeron?
—Me dijeron: “Nos encantaría contratarte, el problema es que para trabajar contigo tengo que contratar a dos personas. A ti y a un cargador para los parlantes. Si contrato a un hombre él hace sonido y carga los parlantes”.
—Wow, eran otros tiempos…
— Sí, efectivamente eran otros tiempos. Se me cerraron las puertas, pero a la vez esto hizo que pudiese tener una visión más amplia de mi campo laboral.
Para reinventarse, tomó como base su práctica profesional realizada en la Gerencia de Seguridad y Salud Ocupacional en Codelco, División El Teniente, donde se desempeñó realizando evaluaciones de ruido ocupacional y mapas de ruido en las distintas áreas de la división. Luego de su negativa en el área del sonido, ingresó a trabajar en el CIMM T&S (Centro de Investigación Minero en Metalúrgica /Actualmente SGS Chile), iniciando un exitoso camino laboral.
“Partí con el cargo de técnico de terreno de higiene ocupacional, realizando mediciones de ruido personales y ambientales. Ahí fui creciendo. Después pasé a ser supervisora del contrato y luego administradora del contrato. En 2010 fui contratada por Codelco como Ingeniera experta en higiene ocupacional, donde no solo me desarrollé en el ruido ocupacional, también desempeñé y desarrollé competencias técnicas que me permitieran identificar y evaluar la magnitud de los riesgos causados por los agentes químicos y físicos que se encuentran presentes en el ambiente laboral”, cuenta.
Complementó su formación como Ingeniera de Ejecución en Sonido con un post grado en Higiene Ocupacional, y posteriormente estudió Ingeniería Civil Industrial. “Lo hice por desarrollo de carrera. Algunos me preguntaban ¿Cuál es tu carrera?, cuando les comentaba que era Ingeniera de Ejecución en Sonido se sorprendían, me preguntaban que cómo llegue a la minería”, confiesa.
En relación a su cargo actual en la División Ventanas de Codelco, detalla: “Soy encargada de planificar, coordinar y diseñar las estrategias de higiene y ergonomía que permitan dar cumplimiento a las normas legales y a los compromisos adquiridos en la corporación, debiendo además distribuir y gestionar efectivamente los recursos humanos que requiere el área, para su óptimo funcionamiento. Tengo un equipo de profesionales y con ellos trabajamos para resguardar la salud ocupacional dentro de nuestras instalaciones, en virtud del respeto a la vida de los trabajadores/as”.
Al ser consultada sobre si el suyo es un caso aislado, responde: “De mi generación hay varios sonidistas que trabajan en temas asociados a exposición a ruido. Tengo unos compañeros de AIEP que incluso pusieron su propia empresa de control acústico”, agregando que “estadísticamente, la hipoacusia o pérdida de la capacidad auditiva es una de las primeras causas de discapacidad producida por enfermedad profesional en nuestro país”.
—¿Qué valor agregado te dio ser Ingeniera en Sonido?
— Sin duda el empuje, el compañerismo, sumar funcionalidad, eficiencia, hacer que los problemas se resuelvan de forma rápida y ser capaz de empoderar mis conocimientos para liderar y salir adelante de forma respetuosa, amigable y responsable.
Viajando por el mundo
Luego de trabajar en Chilevisión, donde hizo sonido directo de cine, documentales y series, Romina volvió a la ciudad de Antofagasta. Junto a La Huella Teatro ha viajado por América y Europa, aportando sonido profesional a la compañía en sus presentaciones. En esta dinámica destaca la sinergia que hay con otras organizaciones, como Identidades Festival y Corporación Cultural.
“Dentro de la compañía soy encargada de proyectos, producción y sonidista. En los viajes hago producción y sonido, veo el plan logístico y técnico del elenco, equipaje, escenografía, sobre equipaje, estadía, alimentación traslados y en el caso de que haya un fondo de por medio para poder girar mi tarea es postular, ejecutar y rendir”, cuenta.
—¿Dónde has viajado?
—Perú, Bolivia, Argentina, España, Islas Canarias, Alemania, Dinamarca, Brasil y México.
—¿Cuál es el viaje que más atesoras?
—Dinamarca. Fuimos a una residencia artística de Odin Teatret, una de las compañías más antiguas en el mundo. Conocer su espacio creativo, intercambio cultural, desarrollo artístico e investigación fue increíble.
Dice que una de las cosas más desafiantes ha sido comunicarse en otros idiomas. “No sé mucho inglés, aunque el lenguaje técnico es universal. Siempre es bueno hacer redes, el traductor de Google me ayudó (risas)”.
También reconoce que es un desafío en las giras que a veces “no todos los equipos solicitados estén en óptimas condiciones, sobre todo microfonía, esencial para un buen entendimiento de la obra”.
En relación a su trabajo en Fundación Atrezzo, cuenta que “fue fundada por tres amigos que se desenvuelven en la misma aérea audiovisual y comunicacional, con vocación de servicio. Nos permite llevar lo que sabemos a otro que no sea universitario. Entregamos cine a niños de escasos recursos o con sesgo social, entregándoles herramientas para que puedan desenvolverse, como el trabajo en equipo y más”.
Ecualización de género
A diferencia de Jimena, Romina dice no haber sufrido discriminación de género en sus inicios en la tele, pero sí dice haber sido parte de una notoria minoría. “Cuando llegué al canal, solo existía una chica en el área, llevaba ocho años siendo la única mujer”, cuenta.
Sobre este mismo tema añade: “En otros lugares efectivamente existe la discriminación de género. Quienes ejercemos en este rubro nos hemos visto envueltas en eso. En otros contextos sí me ha tocado vivirla, lidiar con comentarios, tener que fijarme en mi ropa, etc”.
Jimena agrega: “En minería hoy contamos con mujeres en operaciones y en altos cargos, como vicepresidentes, gerentes, superintendentes y directoras, y se ha avanzado en infraestructura. Tenemos ropa de seguridad para las mujeres (modelos y tallas femeninas), contamos con medidas de conciliación familiar, incluso tenemos salas ALMA (salas de almacenamiento de leche materna para quienes vuelven de su post natal). Si bien aún existen algunos sesgos de género, estamos avanzado. Falta mucho, pero estamos en proceso de acortar estas brechas”.
Sello AIEP
Al ser consultadas sobre cuáles han sido las claves para construir una carrera ascendente, ambas comparten sus miradas. “Dentro de las cosas que te permiten avanzar o escalar dentro de cualquier trabajo, está el interés por aprender, ser busquilla y preguntona. Eso se valora para ser considerada, el hecho de mostrar interés”, dice Romina.
Jimena en tanto afirma: “Hay que desafiarse, no sesgarse, un sonidista no solo trabaja en eventos. Con la base de ingeniería que se tiene y de la gestión se puede llegar a ser lo que uno quiera”. Junto con esto, dedica palabras a lo que fue su experiencia académica en AIEP.
“Fue una experiencia positiva. Me gustaba que era familiar, tenías llegada desde el más pequeño al más alto cargo que había ahí. Hice muy buenos amigos y los profesores eran buenos, como el profesor Jorge Villaseca, de acústica. ¡Era muy buen académico!”, cuenta.
Romina dice que haberse trasladado a estudiar a Santiago fue un acierto. “Fue una ventaja en cuanto a las realidades laborales que te mostraban los profesores. Eso me dio confianza para salir de mi zona de confort, poder atreverme hacer carrera en Santiago y luego desenvolverme en área técnica”.